Víctor Francisco Dos Santos Fernandes, juramentado como Ministro de COME

24 de julio de 2020

Las infraestructuras de calidad ofrecen una mayor fluidez a las transacciones

El ministro de Industria y Comercio, Victor Fernandes, consideró este jueves que es esencial que los países adopten infraestructuras competentes y de calidad, en sus aspectos más variados, para mejorar la mayor fluidez en las transacciones comerciales.

Hablando en el taller sobre "La Garantía de Conformidad, Seguridad y Calidad de los Alimentos", promovido por el Instituto Angoleño de Acreditación (IAAC), destacó que el comercio requiere la garantía de la total fiabilidad y seguridad de los productos y servicios que las empresas e instituciones colocan disponible para consumidores internos y externos.

El funcionario defiende la necesidad y la urgencia de fortalecer un subsistema de evaluación de la conformidad, transparente y de desarrollo de acuerdo con los requisitos regionales e internacionales.

Dijo que un país con laboratorios acreditados, organismos de certificación e inspección, promueve un sistema de verificación y control de los riesgos de operaciones y negocios, así como de los productos y servicios disponibles en el mercado, aumentando la confianza de los agentes económicos, especialmente los consumidores, en transacciones más seguras, ya que los productos y servicios probados tendrán la misma aceptación y confianza en todas partes.

Según el ministro, la diversificación de la economía, la sustitución de importaciones y la promoción de exportaciones no se lograrán solo con más producción, densificación de las cadenas de producción, más inversiones o más financiamiento, ya que existen muchas otras variables fundamentales para el éxito de esta estrategia y, entre ellos, garantía de calidad.

Victor Fernandes enfatizó que el país tiene desafíos en términos de integración regional en un mercado de aproximadamente 300 millones de habitantes, en términos del continente africano de la futura Área de Libre Comercio Continental y también en términos del mercado global.

"Es imperativo que nuestras compañías estén preparadas para competir con sus contrapartes extranjeras, pertenecientes a los países adheridos al Área de Libre Comercio Común. Es importante que la infraestructura de calidad nacional se desarrolle en respuesta a estos desafíos de acceso al mercado extranjero, y no se pueda disociar del desarrollo de regulaciones y medidas sanitarias y fitosanitarias apropiadas, alineadas con lo que es la práctica internacional", enfatizó.

Agregó que la conformidad y la calidad de los productos, especialmente los productos alimenticios, pueden afectar de manera transversal la vida de las personas y, en consecuencia, la vida de las empresas, los mercados y las economías.

Citó la declaración conjunta de la FAO, la OMS y la OMC, que advierte que "casi 600 millones de personas se enferman y 420.000 mueren prematuramente al año debido a enfermedades transmitidas por los alimentos, y el 30% de las víctimas son niños menores de cinco años años de edad, generando un impacto significativo en la salud pública, la seguridad alimentaria, la productividad y la pobreza en los países ".

El taller sobre "La garantía de conformidad, seguridad y calidad de los alimentos", promovido por el Instituto Angoleño de Acreditación (IAAC), forma parte de las celebraciones del Día Mundial de Acreditación celebrado anualmente el 9 de junio.

La acreditación se define como un proceso por el cual un organismo autorizado reconoce formalmente que una persona jurídica o física es competente para realizar tareas específicas y producir resultados dentro de límites aceptables, consistentes y sostenibles.

El Instituto Angoleño de Acreditación se dedica a responder preguntas relacionadas con la acreditación. La actividad de acreditación consiste en la evaluación y el reconocimiento de la competencia técnica de las entidades para llevar a cabo actividades específicas de evaluación de la conformidad, tales como (pruebas, calibraciones, certificaciones e inspecciones).

La acreditación es una herramienta clave para el desarrollo del sector industrial. Sus beneficios incluyen consumidores, empresas y el Estado.