20 de Marzo de 2024

Servicio Penitenciario celebra 45 aniversario con foco en humanizar las cárceles

El Servicio Penitenciario (SP) celebra, este miércoles, su 45º aniversario, centrándose en la reactivación del programa de gran producción agrícola y la creación de infraestructuras más humanizadas para la población penitenciaria.

Por Domingos Cambiete, periodista de la ANGOP

Para la reactivación de la producción a gran escala, como parte del Proyecto de Desarrollo Agrícola del Ejecutivo, participan las unidades penitenciarias de Bentiaba (en la provincia de Namibe), Damba (Malanje), Caboxa (Bengo), Capolo (Bié), Cambiote (Huambo) fueron seleccionados. ) y Péu-Péu (Cunene), debido a las favorables condiciones climáticas y situación geográfica.

“Servicio Penitenciario 45 años Fortaleciendo la Rehabilitación y la Reinserción Social y Promoviendo la Producción con Alianzas Sostenibles” es el lema de este año para las celebraciones de este organismo adscrito al Ministerio del Interior.

Se trata de un lema que deja patente los logros del organismo encargado del control y ejecución de las penas y medidas de seguridad impuestas por los tribunales a personas sujetas a privación de libertad y reeducación en los últimos años.

De hecho, el SP cumple una importante función social en términos de garantizar la seguridad y proteger a la sociedad contra la delincuencia, por un lado, y, por otro, promover la reinserción social de las personas sujetas a penas privativas de libertad y medidas de seguridad arbitradas por los tribunales. .

El cumplimiento de esta función implica un conjunto de métodos y técnicas de reeducación y resocialización, con énfasis en actividades laborales, culturales y recreativas, incluyendo escolarización, asistencia psicológica, actividades cívico-morales y religiosas, así como medidas para flexibilizar las penas.

Por lo tanto, el recluso, incluso si está privado de libertad, tiene derecho a vivir dignamente en prisión y a asistencia médica, medicamentos, asistencia jurídica y formación técnico-profesional.

Además, el organismo apuesta por el fortalecimiento del equipamiento agrícola, con el fin de asegurar la capacidad productiva de la población criminal.

Por ejemplo, en el establecimiento penitenciario Péu-Péu, en Cunene, que se encuentra en una zona con excelentes condiciones de ubicación geográfica y de tierras cultivables, se relanzó la actividad productiva, con el cultivo de cereales, hortalizas, tubérculos y frutas, en un total de más de 30 hectáreas.

La creación de nuevas infraestructuras penitenciarias en el país, y toda una serie de actividades vinculadas a la escolarización y profesionalización de los propios internos, con el objetivo de fortalecer el binomio Reeducación-Producción, es también una de las apuestas de este organismo del MININT.

La atención que se ha dado a la ocupación efectiva de la mano de obra encarcelada constituye un valor agregado en la producción de bienes que es, por un lado, mejorar su alimentación y, por el otro, permitir la comercialización de excedentes y contribuir así a la mejora. del propio sistema penitenciario.

Humanización de cadenas

El Ejecutivo angoleño ha invertido en aumentar la capacidad de internamiento y hacer de los establecimientos penitenciarios "lugares más dignos y humanizados".

La inauguración, este mes, de la prisión de Cassosso, en Waco Kungo, provincia de Cuanza Sur, con capacidad para recibir a 600 reclusos y 80 reclusas es una de las acciones ilustrativas de este compromiso.

En la nueva unidad penitenciaria se crearon las condiciones para el desarrollo de la producción agrícola y ganadera, siguiendo el ejemplo de otras con condiciones climáticas favorables y suelos fértiles.

El Ministerio del Interior prevé poner en funcionamiento cuatro establecimientos penitenciarios más en los próximos meses, concretamente en Moxico, Cabinda, Bié y Huila.

Sin embargo, la construcción de nuevos establecimientos penitenciarios por sí sola no podrá resolver el problema del hacinamiento en las prisiones en su conjunto, por lo que es fundamental encontrar otras medidas alternativas a la prisión preventiva de personas en espera de juicio, como es el caso de hacerse con la perspectiva de adoptar pulseras electrónicas.

Más de 24 mil reclusos, entre detenidos y condenados, se encuentran actualmente recluidos en diversos establecimientos penitenciarios del país, lo que representa un hacinamiento de alrededor de tres mil presos.

Datos oficiales indican que el sistema penitenciario angoleño cuenta actualmente con 41 establecimientos penitenciarios con una capacidad total de alrededor de 20 mil plazas.

Según el director general del Servicio Penitenciario, Bernardo do Amaral Gourgel, mitigar el problema del hacinamiento constituye, por tanto, uno de los mayores desafíos que afronta su institución y que pretende superar en un futuro próximo.

El país tiene 11 establecimientos penitenciarios en construcción, dos de los cuales ya han sido terminados y serán inaugurados a finales de marzo, en las provincias de Cuanza-Sul y Moxico, lo que debería permitir aumentar alrededor de 1.200 plazas y proporcionar mejoras en Condiciones de alojamiento de los reclusos.

En otras palabras, existe una clara preocupación por parte del Ministerio del Interior, a través del Servicio Penitenciario, por implementar uno de los principios básicos de las "Reglas Mandela" para garantizar que el sistema penitenciario no agrave el sufrimiento de los persona encarcelada.

Las Reglas Mandela, que llevan el nombre del primer presidente negro de Sudáfrica tras el fin del régimen del apartheid, son directrices mínimas que deben observar los Estados para el tratamiento de los prisioneros.

Fueron creados por la ONU y pasaron por una revisión en 2015, cuando se incorporaron más garantías con el objetivo de asegurar un trato digno a las personas privadas de libertad.

En total, la SP controla 24 mil 303 internos, de los cuales 12 mil 482 están condenados y 11 mil 821 se encuentran en prisión preventiva distribuidos en los 41 establecimientos penitenciarios en tres categorías (1°, 2° y 3° grados).

Unidades penitenciarias como la Prisión Central de Luanda y la Penitenciaría de Viana, construidas respectivamente en los años 50 y 70, pertenecen a la categoría de 1.ª clase, así como Bentiaba (antiguo campo de concentración de São Nicolau), en Damba, Péu-Péu, Malanje y Kakila. Penitenciario.

Referencias históricas

Tras la creación, en 1978, de la Secretaría de Estado de Orden Interior, mediante Ley nº de Justicia a la Secretaría de Estado de Orden Interior.

Sin embargo, en 1979, mediante Orden nº 3/79, de 2 de mayo, de la Secretaría de Estado de Orden Interior, se suprimió la Inspección de Servicios Penitenciarios y se creó el Departamento de Servicios Penitenciarios.

En el mismo año de 1979 se suprimió la Secretaría de Estado de Orden Interior, mediante Ley nº 7/79, de 22 de junio, y se creó el Ministerio del Interior.

Y, en 1981, debido a las crecientes exigencias en las tareas a realizar, el Departamento de Servicios Penitenciarios fue elevado a la categoría de Dirección Nacional.

El Servicio Penitenciario celebra su aniversario el 20 de marzo de cada año, pues fue el 20 de marzo de 1979 cuando se publicó la Ley nº 12/78, firmando el Protocolo de su transición del Ministerio de Justicia a la Secretaría de Estado de el Orden Interno.

Es decir, la institución ya pasó por varias designaciones como Inspección de Servicios Penitenciarios, Departamento Nacional de Servicios Penitenciarios, Dirección Nacional de Servicios Penitenciarios, Servicios Penitenciarios y, actualmente, Servicio Penitenciario. DC/VIC/IZ