17 de Junio de 2025

La Eurocámara vota a favor de que los abusos sexuales a menores no prescriban

La mayoría de las víctimas no denuncian hasta pasadas muchas décadas, cuando ya no es posible hacer justicia.

El Parlamento Europeo sugiere en una norma un aumento de las penas por abuso y nuevos delitos tecnológicos.

En España, los delitos de abusos sexuales a menores prescriben a partir de los 35 años de la víctima

El Parlamento Europeo (PE) ha votado este martes a favor de una ley en la que se recoge una reforma para que los abusos sexuales contra menores de edad no prescriban y se actualizan las definiciones de los delitos relacionados con abusos y explotación de menores para adaptarlo a las nuevas tecnologías, como la Inteligencia Artificial (IA). El pleno de la Eurocámara ha fijado así su posición, con 599 votos a favor, dos en contra y 62 abstenciones, y el próximo 23 de junio arrancarán las negociaciones con el Consejo para ratificar la norma de forma definitiva.

El proyecto ha incorporado, en su fase de enmiendas, varias novedades. Entre ellas está la no prescripción de los delitos de pederastia, ya que la mayoría de las víctimas no denuncian hasta pasadas muchas décadas, cuando ya no es posible hacer justicia ni, por ende, solicitar una indemnización. "Si las consecuencias para las víctimas duran toda la vida, la oportunidad de buscar justicia debería durar el mismo tiempo", ha defendido el eurodiputado del PPE Jeroen Lenaers, negociador principal de esta legislación en la Eurocámara.

Esta reforma supondría una unificación de la legislación en materia de abusos sexuales a menores, que tal y como hasta ahora determina que la prescripción no empiece a contar hasta que la víctima haya alcanzado la minoría de edad. Los años a partir de los cuales prescribe desde esa edad, sin embargo, varían según el Estado. En España, por ejemplo, la LOPIVI elevó en 2021 el plazo de prescripción desde que la víctima cumple 35 años. En otros países como Francia, empieza cuando la víctima cumple 18 años, y el plazo depende de la gravedad del crimen.

Los eurodiputados proponen también un aumento de las penas máximas para determinados delitos de abuso, como, por ejemplo, las agresiones sexuales a menores de edad que superan la mayoría de edad sexual (los 16 años) pero que no han dado su consentimiento. Se incluye en esta reforma también la captación de menores para prostitución, o la posesión y distribución de material de abusos sexuales a niños, así como ofrecer dinero por determinados delitos en este ámbito.

Nuevos delitos tecnológicos

El Parlamento quiere tipificar también nuevos delitos tecnológicos, que permitan adaptar la legislación actual a la aparición de las nuevas formas de cometer delitos online. La norma plantea castigar como un nuevo delito cualquier utilización de sistemas de IA "diseñados o adaptados principalmente" para cometer delitos de abuso sexual infantil. Hay, también, disposiciones sobre la retransmisión en directo de estos abusos y la difusión online de cualquier material relacionado. Con el objetivo de vigilar que esto no se produce, la Eurocámara defiende la posibilidad de llevar a cabo "investigaciones encubiertas" y emplear "métodos de vigilancia discreta".

"Estamos criminalizando los manuales de abuso sexual infantil, y el material de IA realista recibirá el mismo trato que el material real", ha precisado Lenares.

El consentimiento de los menores de 16 a 18 años

Otro de los puntos novedosos de la iniciativa es una definición de consentimiento específica para los menores que sí hayan alcanzado la edad de consentimiento sexual. En España son aquellos con edades comprendidas entre los 16 y los 18 años, pero es —junto a Bélgica, Países Bajos y Reino Unido— el país con el límite más alto. Francia, por ejemplo, lo tiene fijado en los 15 años, mientras otros países como Italia, Alemania, Portugal, o Austria lo tienen en los 14 años.

La ley del PE establece que las interacciones sexuales entre personas de edad similar basadas en el consentimiento no deben tipificarse como delito, salvo que exista dependencia o abuso de confianza. Sin embargo, hacerse pasar por tal persona sí que se consideraría como agravante.

Además, el apoyo a las víctimas infantiles deberá ser gratuito e incluir exámenes médicos y forenses, ayuda para documentar las pruebas, atención médica adaptada al género y acceso a la asistencia sanitaria sexual y reproductiva. Una atención que la Eurocámara quiere ajustar, en la medida de lo posible, al modelo Barnahaus, originario de Islandia, que contempla que la atención de todos los servicios a menores víctimas (jurídicos, psicológicos, etc.) se realice bajo un mismo techo.