10 de julio de 2023

Presidente de Senegal quiere África en el G20

Darle un lugar a la Unión Africana (UA) en el G20 permitiría reparar una “injusticia”, consideró el viernes, en Aix-en-Provence, Francia. el presidente de Senegal, Macky Sall, quien también pidió una mayor solidaridad entre los países desarrollados y las naciones más pobres.

"África en su conjunto ocupa el octavo lugar en términos de Producto Interno Bruto (PIB)”, dijo Sall, quien habló por videoconferencia en los Encuentros Económicos en Aix, en el sur de Francia. “Hoy, admitir al continente como Unión Africana” dentro el G20, que reúne a las 19 mayores economías del mundo, más la Unión Europea permitiría reparar una “injusticia”, prosiguió el Jefe de Estado de Senegal y expresidente de la UA.

“Hay avances en la medida en que todos los miembros del G20 han dado su visto bueno para que África obtenga este asiento permanente”, una posibilidad que Sall espera ver materializada en la próxima Cumbre del G20, que se celebrará en India, a finales de este año. .

Hasta el momento, solo un estado africano, Sudáfrica, tiene asiento como miembro permanente del G20, lo que representa más del 80% del PIB mundial.

En la reunión estuvo presente la ex directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI) y actual presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, quien defendió el aumento del peso de África a nivel del G20.

Los países africanos tienen dos asientos en la Junta Directiva del FMI, tres en el Banco Mundial”, recordó. “El tercer lugar que represente a los países africanos en el FMI debe concebirse en un futuro próximo”, consideró, al tiempo que recordó que la decisión corresponde a los 190 “Estados Miembros” del FMI. La Junta Directiva del FMI tiene 24 directores.

Por su parte, Macky Sall también pidió un aumento en la reasignación de Derechos Especiales de Giro [DEG - una especie de moneda de reserva] de los Estados ricos a favor de los pobres.

A fines de junio, en París, los estados desarrollados lograron su objetivo de asignar USD 100 mil millones de sus DEG a los estados pobres, en particular para financiar el desarrollo y la transición climática. “Las necesidades son tan grandes para todos los países en desarrollo que los 100 mil millones de DEG no son suficientes, a pesar de ser un globo de oxígeno importante”, agregó Sall.