4 de Abril de 2024

Un académico aboga por dar más publicidad a la diplomacia de paz

Luanda - El profesor universitario y especialista en relaciones internacionales Jorge Pedro ha pedido que el Estado angoleño divulgue mejor, a nivel académico, el trabajo realizado por la diplomacia en la historia del proceso de pacificación del país.

Por Pedro Cardoso, periodista de la ANGOP

En entrevista a la ANGOP, con motivo de la celebración del 22º aniversario del 4 de Abril, afirmó que es importante destacar el esfuerzo y el compromiso de todos los diplomáticos angoleños implicados en los diversos procesos de paz que ha vivido el país.

El académico considera que tal ejercicio pasa por introducir en el sistema educativo aproximaciones al trabajo de los diplomáticos angoleños y a las personalidades implicadas, para que las generaciones futuras también puedan cuidar y reconocer su valor histórico.

Explicó que, a pesar de la falta de formación suficiente en un principio y de que no fue fácil, los diplomáticos angoleños "siguieron dándolo todo" para que el objetivo recomendado pudiera alcanzarse.

Por otro lado, continuó, no se debe permitir que se pierdan fácilmente los logros y el duro trabajo realizado por los diversos actores políticos, especialmente los diplomáticos.

En este sentido, sugirió que, en el contexto del Día de la Paz y de la Reconciliación Nacional, "destaquemos también el protagonismo del entonces Presidente de la República de Angola, José Eduardo dos Santos".

Consideró que ésta había sabido elegir la mejor manera de resolver el conflicto de forma sostenible entre las opciones disponibles en ese momento.

Consolidación de procesos anteriores

Jorge Pedro destacó que el mayor valor del Acuerdo de Paz del 4 de abril de 2002 fue que permitió consolidar procesos político-diplomáticos previos.

En términos prácticos, explicó, lo que ocurrió fue la unificación de fuerzas que antes estaban enfrentadas, allanando el camino para la consolidación de Angola como nación.

Como consecuencia de los resultados alcanzados, dice el académico, hoy Angola ha ganado un gran prestigio internacional "y no en vano ha sido llamada para gestionar diversos procesos diplomáticos en el continente, además de (servir) como centro de consultas políticas".

Con ello, los grandes actores internacionales también están reconociendo la labor de la diplomacia angoleña, que también ha llegado a ejercer una gran influencia en el seno de las comunidades regionales.

Es el caso, por ejemplo, de la situación en la Comunidad para el Desarrollo del África Austral (SADC), la Conferencia Internacional sobre la Región de los Grandes Lagos (CIRGL) y la propia Unión Africana (UA), afirmó.

Subrayó que, desde el punto de vista diplomático, estos resultados no se produjeron de forma aislada, ya que, explicó, paralelamente a la guerra sobre el terreno, los políticos realizaron un arduo trabajo.

Recordó que en los prolegómenos de la constitución de la joven nación se rubricó el llamado acuerdo de Alvor (enero de 1975), al que siguieron otros como el de Bicesse (mayo de 1991), que permitió la apertura del país al pluripartidismo y la celebración de las primeras elecciones generales en 1992.

Sin embargo, dos años más tarde llegó el Protocolo de Lusaka (noviembre de 1994), cuya aplicación, como en los demás casos, siempre ha dejado una lección sobre las mejores formas de ponerlo en práctica.

Para el profesor Jorge Pedro, a la hora de analizar el fracaso de los procesos anteriores hay que tener en cuenta también los contextos en los que se desarrollaron.

Los principales actores estaban alineados con las corrientes políticas dominantes en aquel momento (bloque occidental/socialista), lo que contribuyó aún más a la desconfianza entre las partes, señaló.

En su opinión, otro elemento negativo también estaba relacionado con el aspecto militar, porque la historia ha demostrado que era difícil lograr la paz en un contexto como aquel.

"Difícilmente se puede lograr la paz con ejércitos. Aquí teníamos a los dos actores principales con ejércitos paralelos. Estamos hablando de la FALA, que estaba vinculada al movimiento UNITA, y de la FAPLA, al movimiento MPLA", dijo.

Por eso, prosiguió, el 4 de abril de 2002, los angoleños fueron capaces de demostrar a África y al mundo que, aunque seamos hermanos enfrentados, "es posible superar las diferentes barreras o vicisitudes que existen, si hay interés y patriotismo".

Consideró el 4 de abril una fecha "extremadamente importante" para todos los angoleños, independientemente de sus ideologías políticas, porque "fue la culminación de una época muy difícil que el país vivió durante décadas".

"Con su celebración empezamos a ver el acercamiento de hermanos que durante años habían estado enfrentados y empezamos a ver el paso a una nueva tendencia, que es la del progreso, así como la imagen de una Angola en paz y con una nueva ideología política".

La imagen de una Angola en paz y con desafíos cuya contribución es importante. SC/VIC/IZ