1 de Septiembre de 2023

Parque Nacional de Cangandala con 115 antílopes negros gigantes

Malanje - El Parque Nacional de Cangandala, situado a unos 25 kilómetros al sur de la capital provincial de Malanje, cuenta actualmente con 115 antílopes negros gigantes, entre adultas y cachorros.

Según el administrador del parque, Victor Manuel Paca, hay cerca de 200 antílopes registradas en la Reserva Integral de Luando, y el último recuento se realizó en 2022 como parte del censo anual de la especie.

El proyecto de repoblación del parque con la marta negra gigante comenzó en 2004, y Victor Manuel Paca considera que las cifras actuales son satisfactorias.

En enero de 2004, un grupo del Centro de Estudios e Investigaciones Científicas de la Universidad Católica de Angola, dirigido por Pedro Vaz Pinto, obtuvo las primeras pruebas fotográficas de la única manada que quedaba en el Parque Nacional de Cangandala, confirmando así la persistencia de la especie tras un duro periodo de guerra.

La repoblación del santuario protegido permitió al equipo de reporteros de la ANGOP avistar cerca de 60 animales pastando en un recorrido de poco menos de 15 minutos por el interior del parque.

En los años 60 y 70, la Reserva Integral de Luando contaba con unas 2.500 antílopes, mientras que el Parque Nacional de Cangandala tenía 200, cifras que se redujeron drásticamente años después debido a la caza furtiva.

En cuanto a la inspección, Víctor Paca dijo que el Parque de Cangandala cuenta con 82 inspectores y que está satisfecho con ello.

Para el administrador, la mayor preocupación es la falta de recursos, como vehículos, impermeables, uniformes y botas, para mejorar el trabajo de los inspectores.

"A veces se caza en un recorrido de 14 kilómetros. La última acción de este tipo tuvo lugar en la parte sur del parque y culminó con la detención de tres cazadores", dijo, añadiendo que las patrullas a pie permiten eliminar los recorridos ficticios.

Dijo que se han realizado trabajos de concientización en las comunidades, con el apoyo de los sobas y maestros, y llamó a la población a preservar la Palanca Negra, por ser un símbolo nacional.

Víctor Paca consideró que la caza furtiva es la mayor preocupación. "Hay caza por tiro y por lazo. También existe el problema de la quema para la caza furtiva, por lo que hemos reforzado la vigilancia en zonas específicas", subrayó.

En términos humanos, dijo, la Reserva de Luando cuenta con 20 inspectores, controlados por la Unidad Técnica, y añadió que, debido a la acción de los furtivos, la zona norte del parque ha sido la más afectada por los incendios, con la devastación de 400 hectáreas.

"El Ejecutivo se esfuerza por mantener la vigilancia en las áreas de conservación, con la contratación de ex militares que previamente han recibido capacitación ambiental, con miras a repoblar la Palanca Negra", dijo.

Turismo interno

El administrador afirma que el mayor obstáculo para el turismo local ha sido el estado de las carreteras de acceso, con una única pista de tierra que sólo admite vehículos de tracción a las cuatro ruedas.

Para alojar a los turistas, el parque cuenta con una aldea de 10 bungalows y un restaurante, cuya gestión, en su opinión, debería ser privada.

"Tiene que haber alguien que invierta en turismo, para sacar provecho de las especies raras. Ya existe un santuario para el turismo, de 185 kilómetros cuadrados, vallado y con un abrevadero y un mirador, pero lo único que falta es la introducción de las especies", afirma.

Además del antílope sable gigante, en el parque viven la pacaca, el burro de monte, el puercoespín, la seixa, el jabalí y otras especies como perdices y urogallos.

En cuanto a la reintroducción de especies animales, Víctor Paca dijo que es un proceso que hay que estudiar, ya que hay algunas que nunca han existido en el parque, como el elefante y la jirafa.

Historia

La marta negra gigante (Hippotragus Nigervariani) no se describió hasta 1916. Durante casi medio siglo, se supo que pertenecía a una "tierra flanqueada por dos ríos", un estrecho terreno entre los ríos Kwanza y Luando, que pronto se reservó para su protección como Reserva Natural Integral de Luando.

El descubrimiento de una segunda población, aunque mucho más pequeña, cerca de la ciudad de Cangandala a finales de la década de 1950 condujo a la proclamación de la Reserva de Cangandala, que ascendió a la categoría de Parque Nacional en 1963, con el objetivo principal de proteger esta reliquia.

La marta negra gigante es una subespecie de la marta negra (Hippotragus Niger). De todas las subespecies, destaca por su gran tamaño, siendo uno de los ungulados africanos más raros y endémico de Angola, existiendo sólo en dos localidades.

Como ocurre con las otras subespecies de marta negra, el dimorfismo sexual es marcado. Sin embargo, ambos sexos tienen cuernos, pero son más grandes en los machos y pueden alcanzar 1,6 metros de longitud.

Machos y hembras tienen un aspecto muy similar hasta los tres años de edad, cuando los primeros se oscurecen y desarrollan unos cuernos majestuosos.

El macho medio pesa 238 kilos y mide 116/142 centímetros, mientras que las hembras rondan los 220 kilos.

Los cuernos son más curvados en los machos y pueden alcanzar una longitud de 81/165 centímetros, mientras que los de las hembras son más cortos, midiendo sólo 61/102 centímetros.

Los machos tienen el pelaje negro y las hembras y crías son pardas. Esta subespecie tiene un patrón característico especial, con una interrupción en la línea blanca que, en las otras subespecies, conecta la mancha blanca del ojo con la boca.

La marta negra gigante se distingue por sus cuernos excepcionalmente largos y las manchas blancas de su cara.

Desde 1933 figura en la lista de "protección absoluta", clasificación adoptada en el documento final de la Convención para la Protección de la Fauna y Flora Africanas, debido al riesgo de su extinción.

El Parque Nacional de Cangandala, el más pequeño del país, tiene una superficie de 630 km2 y es de gran importancia, sobre todo para la protección de la marta gigante. ACC/JG/VM